Vuelvo a escribir sobre las apariciones de la Virgen del Rosario de San Nicolàs.
El pueblo creyente que peregrina a San Nicolàs lo hace impulsado por su fe, y ofrece al Señor, con alegrìa su cansancio, las incomodidades de su peregrinar... El peregrino que llega a San Nicolàs, cree confia, espera. Se encuentra con Jesùs y con Marìa atravès de la oraciòn ferviente, confiada, agradecida; y allì en el Santuario dedicado a Marìa del Rosario de San Nicolàs, lugar de gracias, de bendiciones, de conversiones recibimos la Paz y la dicha que el hombre no cesa de buscar. "Nos has creado para Ti oh Dios y nuestro corazòn està inquieto hasta que no descanse en Ti" (San Agustìn)
Tambièn hay gente que peregrina por curiosidad; a conocer la Imagen, a ver si el Templo es grande, si los micros son muchos, ver los puestos de ventas, las casas de comidas... San Nicolàs, es siempre una oportunidad de conversiòn; quien peregrina a San Nicolàs vuelve distinto, aun los que fueron por curiosidad.Beben esa admòsfera cargada de piedad, de fe, de comuniòn con Cristo atravès de Marìa; y vulven transformados queriendo ser mejores, o convertidos, o con ganas de acercaarse a la Iglesia o a los Sacramentos.
La mayorìa de los peregrinos que llegamos a San Niciolàs, lo hacemos por devociòn a Marìa, a fin de poder sentir su presencia, disfrutar, saborear la dicha de tener a Marìa entre nosotros, elevar en ese lugar Santificado* nuestras alabanzas, nuestras sùplicas, nuestros agradecimientos y quedarnos un poquito en ese cielo con Jesùs y con Marìa. Esta sensaciòn de cielo es lo que sentimos, los que adoramos de verdad a Dios nuestro Señor, y veneramos de un modo muy especial a su Santìsima Madre.
"Aquì recibirèis paz aquì recibirès gracias"**dice la Virgen: una de las gracias que recibimos,
es la gracia especial de nuestra tansformaciòn interior.
* Mensaje- l2 O4/01/84 ** Mje. 336 18/12/84
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