Fuimos en peregrinación a la virgen de San Nicolás y ese día el Señor nos premió con una gracia sin precedente, para nosotros; vimos girar el sol en el momento que se distribuía la Sagrada Eucaristia.
Esta gracia que el Señor nos regaló, nos inundó el alma de un gozo celestial, con una dicha y un placer,que quedó grabado en nuestras almas y en nuestros corazones, y a pesar del tiempo cierro los ojos y vuelvo a disfrutar como entonces esa danza del sol; que giraba tan rápido, y el alo que lo circundaba cambiaba de colores celeste, rosa, verde, amarillo, lila.
Este testimonio lo hicimos ante Escribano Público y fue entregado
al Movimiento Mariano que se encarga de difundir los mensajes.
En la revista Esquiú Nro.l.413de mayo de l987 salió nuestro testimonio y el de varias personas mas que habian presenciado este milagro.
Alabado sea Dios y la Sma. Virgen .
Yolanda
